En medio de un insomnio, siempre se asoma la reflexión, es inevitable.
Extrañar las conversaciones con alguien y no poder decírselo.
Sentir que es una estupidez lo que sientes, que en cualquier momento, se te va a pasar.
Dejar que pase el tiempo y darte cuenta de que nada pasa, todo sigue igual. Otros siguen haciendo su vida y tu sigues ahí, tropezando con piedras que ya te tienen harto/a.
Te encuentras esperando algo que no pasa, algo "soñado" que ninguno/a, hace realidad. Esperando un: "estoy listo/a", que nunca llega.
Todo para darte cuenta, de que la verdad, es que a ti nadie te espera, nadie sueña contigo, nadie se muere por estar contigo. O por lo menos, nadie te lo dice.
Justo en ese punto, te das cuenta de que la vida es un instante y que el tiempo en el que pudieramos estar disfrutando de paisajes soñados, se nos está escapando de las manos.
Recuerdo que los que triunfan, es porque escucharon a su corazón. Aquellos que nunca escucharon a su corazón... son esos que fueron hoy olvidados.
Hoy escucho al corazón, mientras voy logrando "lo imposible". Y así, una vez más, otro insomnio a las 2:22 am da vueltas el mundo.
Dicho esto, quizás llegue más rápido el sueño que el suspiro.
Muchas noches mías han sido así, identificado por completo
ResponderEliminarGracias por el comentario Alex!! Me alegra que hayan personas (como tú), que puedan sentirse identificados con mis escritos. Un abrazo y perdón por la demora en responder.
Eliminar