"Alguien me dijo que tal vez si dejo de 'ser tan loca' y me comporto 'más seriamente', alguien podría llegar a amarme. A los días, me olvidé de su nombre".
El martes pasado terminé de ver la serie basada en la vida de Fito Páez. En todas las escenas fuertes (de las cuales no daré spoiler por si alguien no la ha visto), lloré bastante. Hace poco tuve una amenaza de pérdida muy fuerte y poco he podido compartir al respecto, pero lloré todo. Quería investigar más sobre Fito, su vida y poder sacar una reseña impresionante, pero la verdad es que habrá miles de reseñas, o por lo menos eso creo. Así que solo voy a compartir lo que a través de esa mirada, de esa parte importante de su vida, nos deja ver el rosarino Fito Páez. Esto será una mezcla de todo lo que la serie provocó en mí.
Nos vemos a nosotros, los artistas, contando miles de historias a través del arte. A menudo, esas historias se entienden muchos años después, sobre todo en épocas de dictadura, en las que hablar o expresar ciertos pensamientos diferentes se convierte en un delito. Todos los días nos despertamos pensando que el día entero es una hoja en blanco, con ganas de que el sueño siga, con bordes de alegría y pizcas de tristezas. Hacemos lo posible para mantenernos vivos y nos enamoramos día tras día del arte, que es parte de nuestra alma. Así vamos, persiguiendo letras y dejando unas cuantas más. A veces todo tiene sentido, otras veces es todo muy raro, y sabemos que necesitamos que el tiempo pase para comprenderlo.
¿Sabes cuántas melodías no ha publicado Fito Páez? ¿Y cuántos discos tiene? La respuesta es muchas melodías y 24 discos. Sí, ya sé que tiene 60 años, pero el tipo se atrevió una y otra vez, una y otra vez fracasando y teniendo un éxito que ha marcado la historia musical latinoamericana y de Argentina. ¿Tú cuántos discos, pinturas, libros o escritos tienes?
"Atreverse".
No te pido permiso para entrar. Desde el día en que me confesaste ver en mí todo lo que veías en las demás, tenías que atrapar mi ego. Por eso me voy escapando todo el tiempo. Quiero explorar esa amorosa melancolía y si me quemo, seguro es porque ya me he aventurado a lograr "lo imposible".
Te encierras en "La Torre de Marfil", ese escenario o momento en el que nos desconectamos de todo el mundo, para hacer que pase adelante la musa. No sé si a todos les pasa, pero siempre la veo entrando a mi habitación para dejar unos lindos "rastros de un instante escrito".
"Made to be".
Querer correr hacia ti y al mismo tiempo alejarme de ti. Ahí está ese "no sé cómo explicarte" que no se quiere ir, pero que está calmado ahora porque sabe que haga lo que haga, sigue siendo cuestión de tiempo. ¿Se me hace tarde para seguir? A veces sueño con el futuro y no me hace bien. Pronto e inesperadamente, me tropiezo con ese "made to be".
El punto cúspide del arte es explotar de amor por la vida. Sentir eso que nadie puede ver, pero tú sí, y no te explicas cómo, pero puedes verlo. Como si fuera un universo aparte que te hace sentir un niñito, o como me encanta decir, "te hace sentir naif". Eso te da mucha vida.
"En un gran descuido".
Casi te me vas en un gran descuido, y yo quiero que me dures por lo menos hasta que logre entender la importancia de estar presente. Durante 3 semanas me dormí y me desperté llorando, una prueba para entender algo que en mi inocencia se ve lejano, pero no, ya no tienes 16, me recuerdo.
Un artista siempre lleva letras guardadas en el bolsillo. Yo tengo una especie de repertorio que puede aflorar o alocarse, dependiendo del cómo, quién o dónde. Pero mayormente, las letras viven en mí. Algunas me las callo, otras las comparto a veces, cuando me enamoro (si es que pasa), cuando navego dentro de la tristeza. Y así vivo, con un desfile de letras con un toque de bittersweet.
"Darle alegría al corazón".
Así que como artistas (como cualquier ser humano) transitamos momentos difíciles, momentos en los que no sabemos qué hacer. Algunos se quedan y tardan más, otros se agarran de "la fuerza imparable". Creo que eso fue lo que hizo Fito Páez. Y aunque divagué por aquí y por allá con las palabras que conforman este escrito, creo que Fito, junto con la humanidad que cargaba encima y la de sus compañeros que supieron sostenerlo, como el gran Charly García, Luis Spinetta, Fabi Cantilo, entre otros grandes, crearon algo especial. Creo que conocer ese trasfondo es una mirada a lo REAL, a la vida, a lo que SÍ pasa y por qué a veces hacemos ciertas cosas. Sinceramente, me inspiró mucho esta serie y me hizo reafirmar que lo que hago está bien, que ese querer más, ese buscar siempre estar mejor y lograr cosas increíbles, es TODO LO QUE ESTÁ BIEN. Amé profundamente ver un poco del cómo nacieron algunas de las mejores composiciones en la vida de Fito. Me transmitió ese algo que él menciona en algunas de sus entrevistas, ese algo que está en el alma y que, como ya cité antes en este mismo escrito, no puedes explicar. Siento ese algo y de alguna u otra manera quiero explotarlo. Fito nunca tuvo miedo a expresar y en mi caso, poco a poco me sigo sacando ese estúpido miedo. Empecé escribiendo un libro.
Si leíste toda esta locura que ni yo entiendo, te agradezco mucho. Me encantaría que algún día esta rareza llegara a manos de quien lo inspiró. Debo confesar que no solo fue Fito Páez, también hay personas que tú no conoces dentro de este escrito. Creo que he aprendido a cargar con el desastre y transmitirlo. Mientras tanto, me tomo un cafecito, voy a mi "torre de marfil" y, a pesar de que por momentos creo que he escrito demasiado, no sé de dónde me siguen naciendo ideas y proyectos... Así que, sigamos.
¡Gracias!
PD: Claro que existe el amor después del amor, pero no muchos están preparados para esta conversación.
Comentarios
Publicar un comentario