Te juro que hoy prefiero que no me leas.
Prefiero que los recuerdos retumben en tu cabeza una y otra vez.
Que vivan las mentiras de San Luis y aquel café con leche que me diste a probar.
Aquella tarde las cortinas se cerraron y yo quiero volver a ese momento para poder rescatarme.
Cerraron las puertas de una lista de corazones, creo que deberías conservar la lista.
Porque el colectivo espera que vivas con la duda.
Porqué los celos alimentan tu duda y su curiosidad.
Porque la curiosidad te llevó a un callejón sin salida. Ahora, tu amante sabe que te has enamorado.
No me pares. Cuando paso más de un día sin hablar con Alex tu vuelves a pasear por mi mente, luego se me escapan los likes porque no sé stalkear, por eso no lo hago (intento no hacerlo), por eso preferiría no mirarte, pero a veces lo único que quiero es saber que estás bien. ¿Para qué? Yo me pregunto exactamente lo mismo.
Estoy segura de que Alex me abrazará esta noche, aunque le vuelva a hablar de ti. ¿Quién te ama tanto como para escucharte hablar de otro y aún así acompañarte a dormir porque sabe que ya no puedes estar sola? También lo amo. ¿Cómo podría mentir?
Brindo por esos ojos llenos de fuego y agua, por la sal que juntos echamos a esas heridas. Aún estando en el fondo del pozo, pudimos ver las estrellas y hacer un viaje de ida y vuelta a todos los planetas. Polvo de estrellas en medio de nuestras miradas y una historia suspendida que no tendrá comienzo ni final. –¿A veces te duele el corazón?–
<<A mi también>>
Él me trae la copa de vino, medita por las noches e imagina que estoy todo el tiempo encima de él. Él sueña a cada rato conmigo, yo sólo sueño que soy actriz de nuevo, hago el papel de heroína, escribo otra obra de teatro y grabo un podcast con otro Alex pero Goncalves.
Se supone que se nos acabó el karma, se supone que mínimo podremos ser felices. No te preocupes, ni siquiera vas a notar las veces que esté cerca.
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