Ir al contenido principal

Entradas

Cuento para ti un cuento.

 En la espesura de un bosque desconocido, me siento sobre la grama con el corazón un tanto descocido.  Cuento para ti la historia del niño tierno, intento de artista, creador de sonrisas, el abreboca del show que se roba el corazón de tontas.  Cuento el cuento de ese hombre parecido a un niño, con su alma llena de juegos, de paseos cortos, esos paseos que te sacan miles de risas y sonrisas, hombre y niño que cuando sonríe levanta miradas y enciende sonrisas que se pensaba permanecerian apagadas.  Cuento la historia de aquel mimo mudo y tan querido, la historia del cantante que con su voz abrió más de una boca y con su canción aceleró algunos corazones. El cuento del pintor, el dibujante, el que toma papel y lápiz y no muestra a otros su arte, el que escribe trozos de poemas que inventa y reinventa de noche, para guardarlos en el baúl donde tiene montones de escritos que a nadie enseña.  Desde esta ausencia de silencio relato el cuento del fotógrafo, aqu...

Soldado caído.

 Mi mente juega conmigo, mi subconsciente quiere ganar, pero lucho fuerte. Batalla dura, no quiero ser un soldado caído, no quiero cerrar mis ojos por ti.  Al dormir me despierta un sueño, sueño al que quiero y no quiero tener, su voz me hipnotiza y me lleva a otro mundo donde no soy consciente de estar consciente, donde existe todo lo que siempre creí irreal, donde por más que quiera despertar no puedo. Luego aterrizo, cabeza fría, clara y sin estar perdída. Tal vez no eres lo que busco, tal vez si, sólo aléjate y quédate como un amigo, quédate que si te vas nada es igual.  Trato y trato de no hablarte, de no verte y de no pensarte y es que aunque a veces duro días sin verte, me parece que te vi ayer por última vez. Pero no eres tu, no eres al que quiero... Ya no quiero que me lleves a ese otro mundo, quiero que me dejes en ese otro mundo, quiero que este escrito improvisado me haga cerrar los ojos y estar ahí, estar en el sitio donde no importa nada, donde nadie opi...

Me gusta, no me gusta.

 Me gusta como me hablas, pero no soportaría escuchar tu voz por el resto de mi vida.  Me gusta que pronuncies mi nombre, pero no quiero que lo desgastes.  Tu manera de ver la vida me atrae, pero no me imagino uniendo mis puntos de vista con los tuyos.  Me gusta que leas poesía, pero algunas veces me recuerdas tanto lo que yo solía ser, que odio verme reflejada en ti.  Me gusta que extrañes hablarme, pero me confunde que me extrañes cuando yo no te extraño.  Me encantas con tus palabras, pero sé que no eres para mi, que ni siquiera en sueños me atrevería a acercarme, que merezco algo diferente.  Me endulzas mientras mi cabeza y mis pensamientos suelen estar en otro lado, persiguiendo a algún otro en sueños, alguien de quien sólo quise y pude probar sus labios. Alguien que ahora mi subconsciente quiere y quizás yo también, ya ni sé.  Estoy un poco loca, déjame aquí, pero no me dejes hablar sola, porque no estoy viva, porque yo misma j...

Rosas, Cartas, Poemas, Cuentos de Hadas.

 La rosa que seca que nunca me diste, está guardada dentro de mi cuaderno lleno de poesía.  Las cartas que te envié al buzón de los sueños, permanecen conmigo y ni en mil años las romperé para que algún día las puedas leer.  Mis poemas siguen saliendo con más intensidad, sin temor alguno, sin barreras que impidan describir el ser que eres.  Las noches largas de filosofía aun siguen conmigo, en mi filosofía entras tú, mi filosofía dice que eso de amateur ya no va conmigo, el silencio en las noches de filosofía ahora es música cuando duermo.  El mensaje escrito en el ascensor con mi lápiz labial favorito, aun sigue en el mismo sitio reflejándose en el espejo.  La conserje se quedó sin empleo, ya no tiene gradas para limpiar, ahora en las noches la soledad se apoderó de aquel edificio, "nuestro edificio".  De mi memoria se fue el ser que me inspiraba, ya no hago música de lo que escribo, en tu maleta se fue mi alegría, te fuist...

Al Borde de la Línea (Segunda Parte).

 Esta vez no desperté, me quedé atrapada en una sangrienta pesadilla que se repetía una y otra vez con diferentes formas, diferentes comienzos, distintos aromas, distintos escenarios, pero con los mismos personajes. Una y otra vez encerrada en un cuento que no existe, en un mundo abstracto que quizás una vez decidí fabricar en mi mente.  Gotas de sangre carentes de sabor, dolores de cabeza que siguen y parecen no querer estallar y aquel inhumano con cuchillo de cartón en mano apoyándolo contra mi garganta, queriendo acabar con aquellos sueños de niños, mientras yo no me rindo. Me río en su cara, mantengo mi sonrisa y su enojo se hace más intenso al no entender como ante semejante espectro que es puedo simplemente reír. La explicación es sencilla, detrás de esta perfecta sonrisa hay una sombra de tristezas ocultas, que con cada una de las nuevas marcas que deja aquel que no existe se van desvaneciendo.  Gritar no sirve de nada, ya me lo ha dicho el espectro y los primero...

Nuestra Copa Partida

  De repente todo se apagó, cuando creía y parecía que todo iba bien mi obra de teatro se cayó, sin aviso sin señal alguna, todo se quebró.   La copa del mejor vino que pusimos juntos sobre la mesa, en el cuarto de mis sueños, se cayó, se rompió en pequeños pedazos sin saber por qué.   Y cuando entre al cuarto de mis sueños salí herida, no esperaba encontrar nuestra copa partida, y mi sangre se mezclo con el vino y mi corazón se fue contigo.   Todo oscureció y a veces siento que vivo en una pesadilla, intento ser fuerte para no dejar que mi voz se quiebre o se asome alguna lagrima en el filo.  Se fue y me dormí en el amor, hasta que coincidí con alguien que me volvió a despertar. Nunca borré sus besos, sus caricias, sus abrazos y mucho menos sus te amo. El es parte de mi recuerdo más bonito y sé que lo sabe.  Al partirse la copa nació el sufrimiento, como una creencia de que si duele es para demostrar al mundo o a la persona que amamo...

Sigo Siendo Caminante

  Iba caminando, camine descalza   y me clavé millones de espinas, me corte la piel…  Me deslice por el piso oscuro y frio, conocí fantasmas, demonios y vampiros. Pocos ángeles observaron mis torturas. Me levante muchas veces y muchas veces más me sentí fuerte pero de igual forma caía.  Recibí golpes duros en este largo recorrido. Debo admitir que en medio de todo hubo flashes de felicidad, dentro de todo demostré amor y sonreí por otro.  Percibí el amargo sabor de la triste soledad. Boté lágrimas que parecían ser sangre.  Me quejé por el dolor de las heridas. Aún así camine y sigo siendo caminante.  Como caminante maduré, conocí mucho sobre este mundo, hablé con gente de calle y con gente con mucha cultura. Finalmente en este camino supe lo que es sentir emociones fuertes, buenas y malas.  Me detuve en ese camino y vi una pequeña luz, y cada vez que me acercaba a ella se hacía más grande, y era un pedacito de felicidad. ...