En la espesura de un bosque desconocido, me siento sobre la grama con el corazón un tanto descocido.
Cuento para ti la historia del niño tierno, intento de artista, creador de sonrisas, el abreboca del show que se roba el corazón de tontas.
Cuento el cuento de ese hombre parecido a un niño, con su alma llena de juegos, de paseos cortos, esos paseos que te sacan miles de risas y sonrisas, hombre y niño que cuando sonríe levanta miradas y enciende sonrisas que se pensaba permanecerian apagadas.
Cuento la historia de aquel mimo mudo y tan querido, la historia del cantante que con su voz abrió más de una boca y con su canción aceleró algunos corazones. El cuento del pintor, el dibujante, el que toma papel y lápiz y no muestra a otros su arte, el que escribe trozos de poemas que inventa y reinventa de noche, para guardarlos en el baúl donde tiene montones de escritos que a nadie enseña.
Desde esta ausencia de silencio relato el cuento del fotógrafo, aquel que capta sonrisas y movimientos debajo de algunos escenarios, el fotógrafo que conserva momentos que algunos de nosotros conservamos en el recuerdo. El cuento del fotógrafo que sonríe detrás de su cámara, su hija y compañera portadora de miles de recuerdos, pareja perfecta para atrapar los mejores momentos.
En éste cuento te comento que a este hombre le gusta comer sin perder el gusto, le gusta el color verde, otros días le gusta el color negro y algunas veces el azul también.
Esto parece ser un cuento de varios, pero todos esos hombres y niños se resumen en un solo hombre, un hombre que lleva por dentro un niño.
Mirada penetrante, provocador de emociones, removedor de tensiones, tanto cuento para qué, si hoy estoy en la espesura de este bosque y mientras yo te recuerdo, tu me recuerdas sólo cuando me ves.
Comentarios
Publicar un comentario