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Entradas

Silencio para agradecer, mucho ruido para disfrutar

 ¡Hola! Aquí estoy de nuevo. Pasaron muchas cosas desde mi última publicación en marzo del 2025. Hay mucho que uno no se atreve a escribir y compartir… miles de letras por ahí escondidas, esperando convertirse en libro, en novela de televisión, cortometraje, película o en una obra de teatro.  No pensé que este blog iba a tener tantas vistas, pero aún hoy, cada vez que regreso, veo que muchas personas me leen y no sé quiénes son. Solo quiero que sepan que también los veo. Me da una gotita de esperanza y me inspira a ser un poquito más constante. A veces pienso que, si sigo alimentando mi blog Rastros de un instante escrito , ya no serán cientos de lectores, sino miles… ¡Me encantaría! Y sé que a mi madre le gustaría saberlo, y a mi abuelita —que partió este año— también la haría sentir orgullosa.  Todavía no he escrito nada sobre la partida de Ana Josefina, mi abuela, porque sigo procesándolo, mis duelos son lentos y he escrito demasiadas cosas al respecto, no todo ha sido...
Entradas recientes

Irse

 Irse es un arte, un rito que desgarra y remienda el alma en un mismo aliento. Se siente como pequeñas puntadas en el corazón: lloras, ríes, rompes papeles, arrojas al olvido esas cosas que alguna vez fueron cápsulas de recuerdos, hasta que el tiempo, ese viejo ladrón, las torna livianas, fáciles de soltar. Porque todo cumple su ciclo. Reviso documentos antiguos que seguí guardando "por si acaso", aunque jamás llegó el acaso. Me entero, una vez más, que no soy O positivo, como creía, sino otro tipo de sangre. Aparece la copia en tamaño carta de La Nuit Étoilée de Van Gogh, esa que insisto en conservar, aunque nunca la cuelgue. Radiografías de los años que se han ido. Vuelvo a aquel 14 de agosto del 2020, cuando decidí cambiar mi vida en México y pedir asilo político. Un giro que me sostuvo durante cinco años, llevándome a conocer a las personas correctas, a construir un mundo donde los sueños imposibles dejaron de serlo. Hoy, con cada papel que rompo, suelto meses de trámite...

Tan sólo espero que no me leas

   Te juro que hoy prefiero que no me leas .  Prefiero que los recuerdos retumben en tu cabeza una y otra vez.  Que vivan las mentiras de San Luis y aquel café con leche que me diste a probar.  Aquella tarde las cortinas se cerraron y yo quiero volver a ese momento para poder rescatarme .  Cerraron las puertas de una lista de corazones , creo que deberías conservar la lista.  Porque el colectivo espera que vivas con la duda.  Porqué los celos alimentan tu duda y su curiosidad .  Porque la curiosidad te llevó a un callejón sin salida. Ahora, tu amante sabe que te has enamorado .  No me pares. Cuando paso más de un día sin hablar con Alex tu vuelves a pasear por mi mente , luego se me escapan los likes porque no sé stalkear, por eso no lo hago (intento no hacerlo) , por eso preferiría no mirarte, pero a veces lo único que quiero es saber que estás bien . ¿Para qué? Yo me pregunto exactamente lo mismo.  Estoy segura de que Alex me a...

Carta abierta a ti que ya no estás

  Amor, te dejo un caminito marcado con flores para que puedas iluminar tu regreso. El otro día volví a escuchar tu voz. Algún video viejo me hizo viajar a una de nuestras conversaciones pasadas sobre la vida, sobre lo que queríamos y lo que ya no deseábamos en nuestras vidas. Fue un recuerdo de nuestra Navidad de 2023. Me alegró recordarte. Recordarte nunca me hace mal, y sé que no podré dejarte atrás, aunque físicamente ya no estés. Tu despedida fue de las más amorosas que he vivido, y no podía ser de otra manera, porque tú eres, eras y serás puro amor.  Gracias por compartirme tu mensaje de disfrutar más de la vida, por reafirmar mi teoría de la autenticidad y de siempre intentar ser mejores personas. Este año hice los viajes que te había comentado. La pasé increíble: usé mucho la chaqueta de jean que me diste, disfruté de la comida como nunca, bailé un montón, conocí personas maravillosas, viví el presente, amé, dejé, regresé, te pensé… y sentí que estabas ahí, sonriendo a...

No todas las estrellas son fugaces, algunas arden para siempre

    No todas las estrellas son fugaces, algunas arden para siempre.  No quiero que me temas; quiero que me dejes ser. Que algún día puedas disfrutar de lo impredecible, porque en tu alma resuena. Burlemos juntos los controles humanos: a veces, la tinta es más poderosa que cualquier amenaza.  Podrás destruir lo físico, acabar con un cuerpo, pero nunca lograrás vencer el amor ni mi alma, que sobreviven siempre a través de mis letras.  —Disculpa, ese saco en el que intentas meterme ya estaba roto.—  Sé que es difícil leer entre líneas y comprender. Los velos son ahora delgados, y quizá, en el más allá, encuentres los secretos escondidos tras tus inseguridades.  "No te fuerces a perdonar ni a pretender que todo está bien cuando sabes que no lo está."  Los diamantes no necesitan levantar la voz para demostrar que son reales.  No me importa “ser una más” o “una menos”. Reconozco mi valor como mujer, y no necesito que alguien desde la oscuridad...

Ayer le mentí a alguien a quien amo

 Si hay que forzar para demostrar poder, entonces hay una carencia.  Como un puñal profundo que atraviesa el corazón, es vivir bajo la sombra del verdugo, quien a sabiendas acrecienta la herida. Diez veranos juntos coleccionamos y más de cincuenta infidelidades como trofeos oscuros. Tal como actores de alguna tragedia de la gran Babilonia, nuestro amor se tornó lodo y odio, desbordándose en la plaza pública de las redes sociales. –¡Que el Cielo me libre de desposar a un padre o madre en lugar de amante! ¡No me dirás más lo que he de hacer!– exclamó Romina antes de partir. Sus lágrimas ya eran sólo un recuerdo, pues el duelo lo padeció a la mitad de aquellos lazos de sombras. Entre mentiras y demonios, mil máscaras aún nos cubren. Amar no es desunir, sino enlazar. Mas, ¿qué sabiduría tiene el que calla?  Ayer le mentí a quien amo. No hallo gozo en la mentira, y aborrezco que el engaño me toque. Pero en ocasiones, aquellos que nos aman nos sitian, nos arrinconan, hasta forz...

Personas desechables (parte 1)

  Tal vez tengamos un lugar particular en el mundo y muchos lugares que se parecen pero, ¿cómo sabemos cuál de todos los lugares es el correcto?  No quisiera ver lo que veo, me veo intentando alejarme cuando ya estoy súper lejos.   Una caja de XL-3 vacía, unos billetes de Argentina de muchos colores y algún desorden dominguero. Podría mirar al techo y perderme en la nada de tanta tranquilidad. Tengo un osito musical que quiere que escriba algo entre sus página vacías y yo, cómo no sé por dónde comenzar, lo veo todos los días sin ninguna intención de ignorarlo, con un montón de letras acumuladas y queriendo llenar su cuerpo enterito con este exceso de letras... Me parecía que sus ojos lo habían dicho todo, tal vez por eso me lo quise llevar. Sobre mi almohada me choqué con fotografías mentales de cosas que no existen. La gente nos dispara sin avisar. ¿Cómo es que los presos se inventan una falsa libertad? ¿Cómo es que sus balas me hicieron sentir más humana? No sé qui...