No sufría cuando creía que te tenía. La imaginación tiene infinidad de rincones y de espacio para crear todo tipo de escenarios, pero esta vez mi imaginación se pasó y recorrió contigo las 4 estaciones, con la esperanza de que el destino alguna vez nos cruzara. Cuando por fin "me cayó el 20" como se dice aquí en México, descubrí que no te tenía. ¡La puta madre! Decía.
Me odié cuando miré el pasado y me di cuenta de que te estaba buscando en otros rostros, me encontré con una puerta en donde me harté y me ahora me cuesta olvidar. No estoy pudiendo entrar a habitaciones desconocidas y lo poco que sucede en esta habitación me provoca a veces borrarlo, matar el recuerdo o cambiarlo y que sea contigo.
¡Claro que te veo! ¡Claro que me ves! Es sólo que el presente nos llamó "demasiado". Ojalá puedas seguir amando. Ojalá encuentre mi propio perdón y pueda enamorarme ahora sí, en vivo y en estereo. Uno se pone muy loco con las fantasías y esta vez si que me fuí de nivel, la locura trascendió y comencé a verte en letras, a encontrarte en algunas notas y como siempre dejarte volar... Como si yo misma estuviera volando.
Tuve un sueño y te recordé al despertar. Nada estaría mal si alguno de los dos apareciera aquí o allá. Son los recuerdos futuros los que se llevan los miedos. Por suerte uno aterriza.
Los mensajes de olvido son mucho más claros que lo que pudo haber sucedido. El olvido me juega en contra y en vez de amor, encuentro susurros de larga distancia. El amor si es amor, nunca muere y ya después no importa.
Me bajo del avión y abro los ojos de nuevo.
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