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Al borde de la línea


 Desperté con las manos llenas de sangre y mis sábanas blancas, ahora tienen un adorno de color rojo, un rojo diferente, un rojo que tendrá otro tono... Un tono de muerte quizás.

 Pienso que me golpearon o quizás, a mitad de la noche en un punto de locura, alguno de mis nervios explotó inundando mi entorno de sangre. Abro la boca para emitir un grito y mi mandíbula está trabada, no soy capaz de emitir sonido alguno. ¿Será que un demonio por la noche luchó conmigo? ¿Será que me auto-castigué por tener tantas opciones y no saber qué hacer?

 Tal vez esa sangre que perdí es una advertencia para estar alerta porque hay un pequeño enemigo montuno que está cada vez más cerca de mí, el trata de hacer que yo lo quiera, pero en el fondo sabe que yo sé que quiere hacerme daño. Nunca lo veré como mi amigo, prefiero algo más urbano que montuno.

 No quiero caer en el fondo donde la luz está lejos y la ropa no es la misma. No voy a entrar en el trance, aunque algunos piensen que caí, aunque ahora sea más obvio que la vida de barbie no es para mí.

 No he cruzado la línea. No soy de este lado ni del otro lado. Soy imparcial en lo que pienso, estoy en la búsqueda de un nuevo estilo. Sin dejar que me aplasten, sin dejar que piensen que soy menos que ellos o que otros y obviando las ratas que algunas veces me han asustado y me han hecho gritar.

 Ahora frente al espejo, viendo como si la muerte estuviera cerca. Tal vez exagero un poco, algo un poco loco, pero ahora todo lo veo tan real que no sé. No sé si estoy en lo blanco o en lo negro. Ahora es que me veo y caigo en cuenta de que recientemente estuve al borde de la línea. A punto de dejar que me consumiera el beso de la muerte.

 Y aquí estoy, limpiando con agua los rastros de aquel visitante, viéndome como soy otra vez, sabiendo que aún me falta por vivir y que no puedo tener miedo de no saber. Quitando cualquier pensamiento para poder colocarme mi disfraz, y otra vez se me escapa un mal pensamiento y por eso se refleja en el espejo una línea de sangre en mi rostro. Es por eso que ahora me asusto y ahora se que algo debo hacer, empezando por escribir lo que un día como hoy pude sentir.

 Estoy disfrazada de superheroína y no tengo miedo a morir, creo estar en el lugar correcto pero me entran dudas todo el tiempo, me empiezan a pasar cosas como estas que me hacen tambalear y creer en que hay algo más allá de esta realidad. 

 Me tomó 2 años de estudios intensos para poder ganarme este disfraz, no lo quiero soltar, no conozco otra cosa. A la vez el corazón y la consciencia me gritan que no es este mi destino, hace mucho que debería estar haciendo algo más y si no voy a desarrollarme en lo que verdaderamente debo ejercer, entonces es mejor no existir, entonces es mejor presionar el botón de reinicio para poder explotar y salir de esta realidad que es una de las trampas creadas para retener a personas creativas, innovadoras e inteligentes. Regálale a alguien la posibilidad de salvar a la humanidad y lo tendrás en tus manos.

 Me asusto de que mañana no pueda sentir, porque no siento miedo de otras cosas.









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