Todos tenemos esa lista de canciones que a lo largo de nuestras vidas, vamos agregando a nuestro playlist personal, esas canciones que nos llevan a otro mundo. Esas canciones que aunque no entendamos la letra o simplemente no hemos prestado atención a lo que dicen, nos mueven por dentro.
Canciones tristes que nos recuerdan momentos alegres, canciones alegres que nos recuerdan momentos tristes. Letras sin sentido que nos conectan con sentimiento que no se relacionan con lo que quiso decir John Lennon al componer Imagine, o pensamientos que nos inventamos y relacionamos con la canción de Wake Me Up When September Ends, sin entender el trasfondo de la composición de Billie Joe Armstrong, Mike Dirnt y Tré Cool.
Canciones que escuchamos y creemos que son de amor, o que están relacionadas con algún otro y que en ocasiones tienen que ver con un sentimiento relacionado con un espejo interno del artista quien creó la obra, muchas veces las letras no tienen explicación. Porque así es la escritura, a veces parte de un momento específico y otras veces nada de la nada, de una imagen que se presenta como un fantasma durante la noche o el día para darle vida a una nueva canción, o a una nueva obra de arte. Así que el arte en general no tiene títulos, no tiene un porqué específico siempre, ni un para qué, el arte simplemente nace para ser compartido.
Si describiera el momento exacto en letras que me llevó a hacer este escrito sobre canciones no podría, pues sólo los protagonistas de la historia saben exactamente lo que los llevó a hablar de esas viejas canciones, de esos momentos de colegios, momentos universitarios en los que algunas canciones marcaron una etapa de sus vidas y luego al escucharlas se van en un viaje al pasado de un recuerdo agradable que no está nada relacionado con lo que dice la letra de la canción, es más bien el momento, lo que bebíamos ese día, la ropa que llevábamos puesta o el simple hecho de que en ese momento, sabíamos que no podríamos olvidar lo que estábamos viviendo.
Es bonito recordar así y esbozar una sonrisa, así como también es bonito atravesar esos estados de nostalgia a través de las canciones que dejaron una huella hermosa o dolorosa dentro de la película de nuestras vidas. Para eso fue creado el arte, para vivir mediante emociones y experimentar el presente, gozar de la nostalgia y de la extensa gama de sentimientos que podemos experimentar como seres humanos.
Así que en resumidas cuentas… "No se trata de la letra de la canción, sino de a donde te transporta esa canción."
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