He estado escribiendo en silencio todos estos días y eso me da paz. Hoy quise escribir a voces y sucede lo mismo, me da paz. Quiero escucharte toda la tarde hablar, parte de la mañana y de la noche, o hablar en silencio contigo. Mi emoción no me está dejando dormir, como decía una amiga: "Vas pa'l cielo y estás llorando". Y sí, resulta que esas lágrimas son de alegría, ya no de angustia, ya no para generar un llamado de atención absurdo, esto es para mí. Me he vuelto suceptible a las subidas y bajadas que he dado en la vida. ¿De qué sirve el cielo ahora mismo si no es para volar? En la cima también hay miedos, esos amigos no se van, ellos siguen susurrando pero, nos estamos amigando. El miedo se transforma en fortaleza y en impulso para pegar el salto de lo onírico al mundo real. ¿De qué sirve la violencia si es algo que nos causa dolor? Dolor físico al violentado, dolor moral al que tuvo la acción de violentar. No es agradable. No sé si l...
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